María Fernanda Ocelotl
Cada ocho de mayo se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Ovario, por ello es importante conocer y ser consciente de los síntomas de esta enfermedad, ya que cuando se recibe un diagnóstico temprano, es más fácil de tratar.
Este tipo de cáncer suele confundirse con padecimientos gastrointestinales, debido a que los síntomas son parecidos, pues de acuerdo con la UNAM se presenta inflamación, dolor en la pelvis o en el abdomen, dificultad para ingerir alimentos o sensación rápida de llenura al comer, síntomas urinarios, tales como urgencia (sensación constante de tener que orinar) o frecuencia (tener que orinar a menudo), sangrados transvaginales anormales y cansancio excesivo.
En la mayoría de los casos, este padecimiento se detecta entre los 40 y 60 años de edad y en etapas avanzadas, cuando el tumor ya se ha extendido.
Factores de riesgo
Además hay que agregar que existen ciertos factores de riesgo que se pueden presentar, como no haber tenido embarazos, la posmenopausia, historia familiar de cáncer de mama, cáncer colorrectal, así como el uso de terapias hormonales de reemplazo. Mientras que datos de la facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, señalan que tener hijos y usar anticonceptivos hormonales, reduce el riesgo de padecer cáncer de ovario.
Sin embargo, estos síntomas también pueden ser causados por enfermedades no cancerosas o por cáncer en otros órganos. Por eso es importante resaltar que cuando son a causa del cáncer de ovario, serán persistentes y anormales, es decir, son más graves y mucho más frecuentes, por ello si se presentan más de 12 veces al mes, es de suma importancia consultar a un ginecólogo.
¿Qué es?
El cáncer de ovario es un crecimiento descontrolado de las células del ovario, donde éstas se vuelven anormales.
La mayoría de los tumores son benignos —no cancerosos— y no se propagan fuera del ovario, y se pueden tratar mediante la extirpación quirúrgica. Pero cuando se llegan a formar tumores ováricos malignos, es decir, cancerosos, se pueden propagar a otras partes del cuerpo —metástasis— y causar la muerte.