El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha propuesto renombrar el Golfo de México como "Golfo de América", generando una respuesta inmediata por parte de las autoridades mexicanas. La presidenta Claudia Sheinbaum rechazó la propuesta y sugirió, en tono irónico, denominar a Estados Unidos como "América Mexicana".
Durante una conferencia de prensa, Sheinbaum enfatizó que el nombre "Golfo de México" está reconocido internacionalmente desde 1607 y respaldado por organismos como las Naciones Unidas. Añadió que, si se considerara un cambio de nombre, podría llamarse a Estados Unidos "América Mexicana", recordando que la Constitución de Apatzingán hacía referencia a este término.
La propuesta de Trump ha sido respaldada por algunos legisladores estadounidenses. La congresista Marjorie Taylor Greene anunció que presentará una iniciativa para oficializar el cambio de nombre, argumentando que el Golfo es utilizado por cárteles mexicanos para actividades ilícitas y que Estados Unidos asume los costos de su protección.
En México, la propuesta ha sido calificada de "ridícula" por senadoras del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quienes lamentaron la postura del presidente electo estadounidense.
Este intercambio se produce en un contexto de crecientes tensiones entre ambos países, con Trump acusando a México de estar controlado por cárteles de la droga y amenazando con acciones militares para asegurar intereses estadounidenses en regiones como el Canal de Panamá y Groenlandia.
La comunidad internacional observa con preocupación estas declaraciones, que podrían afectar las relaciones diplomáticas y comerciales en la región.
