Dennisse Montañez
Lo que debía ser una jornada de fe y convivencia en honor a San Juan Bautista se convirtió en una escena de horror en la ciudad de Irapuato, Guanajuato. Un ataque armado perpetrado la noche del martes 24 de junio dejó al menos 11 personas muertas y más de 20 heridas durante una celebración religiosa en Barrio Nuevo.
De acuerdo con los primeros reportes, los hechos ocurrieron alrededor de las 23:30 horas en la calle Bustamante, donde decenas de vecinos se encontraban reunidos como parte de los festejos patronales. Sujetos armados irrumpieron de forma repentina y abrieron fuego contra los asistentes, sin que existiera un blanco específico aparente.
Entre las víctimas fatales se encuentran mujeres, hombres y un menor de 17 años, mientras que testigos aseguran que incluso había niños en el lugar del ataque. Videos difundidos en redes sociales muestran el momento en que se escuchan múltiples detonaciones y el caos que siguió al atentado.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana de Irapuato, en coordinación con elementos estatales, la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), desplegó un operativo en la zona y comenzó las investigaciones correspondientes. Hasta el momento, no se han realizado detenciones.
Especialistas en temas de seguridad, como el analista David Saucedo, han calificado el ataque como un acto de narcoterrorismo, vinculado a la disputa territorial entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL). Según el experto, este tipo de actos buscan sembrar miedo entre la población civil, afectando directamente eventos sociales y religiosos.
Por su parte, la Diócesis de Irapuato condenó enérgicamente los hechos y expresó su solidaridad con las víctimas y sus familias. En un comunicado, llamó a las autoridades a garantizar la seguridad de los ciudadanos y a evitar que las expresiones de fe sean interrumpidas por la violencia.
