Litzy Guzmán.-
La tos ferina ha vuelto con fuerza a nivel global, y México atraviesa uno de los brotes más agresivos. En solo mes y medio, el país ha registrado 809 casos y 48 muertes, todas en bebés menores de un año, víctimas de complicaciones respiratorias graves como espasmos bronquiales provocados por los intensos ataques de tos.
El repunte, que se da tras un periodo de aparente calma durante la pandemia de COVID-19, ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias. La letalidad del 6% ha llevado a los especialistas a centrar los esfuerzos en un grupo clave: las mujeres embarazadas a partir de la semana 20 de gestación. La vacunación en esta etapa permite que los bebés nazcan con anticuerpos que los protejan durante sus primeros meses, cuando aún no han recibido la inmunización directa.
“Es muy importante que reciban la vacuna, porque de esa manera se le transmite la inmunidad a los niños y quedan protegidos”, señaló el secretario de Salud, David Kershenobich, durante la conferencia matutina del martes.
La Semana Nacional de Vacunación, retomada el 26 de abril tras años sin celebrarse, busca frenar esta ola de contagios. Hasta ahora, se han aplicado 899,731 dosis, lo que representa el 49% de la meta establecida por el Ejecutivo.
Sin embargo, los expertos advierten que estos esfuerzos no tendrán un impacto inmediato en el número de contagios, que ha aumentado un 1,240% respecto al mismo periodo del año pasado, cuando apenas se reportaron 60 casos.
Comparación internacional y causas del brote
A nivel internacional, México vive una situación particularmente grave. Estados Unidos reportó más de 8,400 casos en lo que va de 2025, aunque con un número de muertes mucho menor. En la Unión Europea, entre enero de 2023 y abril de 2024 se registraron 19 muertes, principalmente en bebés y adultos mayores.
Expertos como Mauricio Rodríguez, portavoz del programa de riesgos epidemiológicos de la UNAM, apuntan a un conjunto de factores: mutación bacteriana, cambios en esquemas de vacunación, diagnósticos tardíos, rechazo a las vacunas y posible desabasto de la vacuna TDPA, que se aplica a adultos y embarazadas.
Vacunación: única defensa real
El esquema de vacunación infantil en México contempla tres dosis de la vacuna hexavalente (a los 2, 4 y 6 meses) y un refuerzo a los 18 meses. Pero ante el brote actual, el enfoque está en vacunar a las madres en cada embarazo, una medida que no todas conocen.
Aunque lo ideal sería implementar la llamada estrategia capullo —vacunar a todos los que rodean al recién nacido—, su aplicación masiva es compleja. Por ahora, la protección de las madres sigue siendo la herramienta más efectiva para detener esta enfermedad, que avanza sin distinción geográfica en el país.