María Fernanda Ocelotl
Este martes 25 de abril, el Congreso de la Unión aprobó con una reforma a la Ley General de Salud, la extinción del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) que brindaba atención médica gratuita a las personas que no cuentan con seguridad social y que será sustituido por el IMSS-Bienestar.
Esta iniciativa generó una acalorada discusión entre los diputados de Morena y sus aliados contra la oposición, quienes recriminaron al partido del presidente la inesperada decisión de desaparecer “la institución insignia” de Andrés Manuel López Obrador, y lo improvisado de la reforma.
Entre las voces que se lamentaban por la decisión, destacó la de la diputada Margarita Zavala, quien señaló que la integración del Insabi al IMSS-Bienestar se realizó “sin discusión, sin diálogo y sabiendo que el Insabi fue un desastre”.
Mientras que Salomón Chertorivski, de Movimiento Ciudadano, aseguró que “al desaparecer el invento que hicieron, reconocen claramente que fracasó, pero en lugar de estudiar y analizar los errores, lo que hacen es trasladar esas mismas fallas a otra institución”.
La discusión fue acalorada entre la oposición y los aliados de Morena /Cortesía
Sin embargo ante las críticas de la oposición, la diputada Margarita García del Partido del Trabajo (PT) dijo:
“Si de algo estoy convencida como luchadora social, es que si nos equivocamos lo más que le puede beneficiar al pueblo es corregir, pero no seguir como se seguía antes, seguir agravando el tema de salud”.
El Insabi llegó a principios de 2020 antes de la pandemia de la Covid-19, para sustituir al Seguro Popular, pero la institución mostró una serie de deficiencias a la hora de brindar atención a las personas que no cuentan con seguridad social; pese a los esfuerzos por mejorar los servicios que ahí se impartían, el Instituto de Salud para el Bienestar fracasó, al igual que su antecesor, pues no se cumplieron los objetivos para los que fue concebido.
Por lo que el coordinador de los diputados del Movimiento de Regeneración Nacional, Ignacio Mier, admitió el error cometido con la creación del Insabi: “Siempre es bueno rectificar, nunca es tarde”, admitió el morenista, y añadió: “El Instituto contaba con los recursos —nosotros lo aprobamos— y los estados que carecían de infraestructura y recursos para operar. Creo que es una fusión virtuosa de cooperación entre estados y la Federación que se concreta en un instrumento de Bienestar que es el IMSS-Bienestar”.
Juan Ramiro Robledo, diputado de Morena y el coordinador de bancada morenista, Ignacio Mier /Cortesía
En esta iniciativa de reforma presentada por el presidente de la Comisión de Salud, Emmanuel Reyes Carmona, se acordó que sólo el IMSS-Bienestar garantiza la extensión progresiva, cuantitativa y cualitativa de los servicios de salud, especialmente para la población sin seguridad social.
La reforma fue aprobada con 267 votos a favor de Morena y sus aliados, y 222 en contra de la oposición, con la abstención de la morenista Adela Ramos, se prevé que los recursos económicos, infraestructura y personal del Insabi se transfieran al IMSS-Bienestar.
El Insabi surgió con el fin de sustituir al Seguro Popular, creado durante la administración de Vicente Fox y que continuó durante los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
En un principio, el organismo tenía objetivos humanitarios en los que sus beneficios abarcaban no sólo a los mexicanos, sino también a los extranjeros en territorio nacional, sin importar su estatus migratorio.
Pese a las fallas en la implementación desde el diseño institucional y las circunstancias adversas fuera del control de las autoridades, se logró la conclusión y entrega de 142 establecimientos de salud que fueron abandonados por gobiernos anteriores, lo que permitió añadir al sistema sanitario tres mil 278 camas distribuidas en 23 estados de la República.
La Secretaría de la Salud deberá transferir los recursos humanos, materiales y financieros al IMSS-Bienestar /Cortesía
Ahora la reforma establece que el organismo público descentralizado IMSS-Bienestar, prestará atención sanitaria gratuita a aquellas personas que no tengan seguridad social, como a las que cuenten con trabajos informales. Cuando la modificación entre en vigor, la Secretaría de la Salud tendrá 180 días naturales para transferir los recursos humanos, materiales y financieros al IMSS-Bienestar.
Este sistema de salud ofrece sus servicios en 19 de los 32 estados del país, y atiende aproximadamente a 11,6 millones de personas. El IMSS-Bienestar cuenta con 3.983 unidades médicas que proporcionan servicios de primer nivel y 80 unidades que atienden especialidades de segundo nivel, como cirugía general, ginecología, medicina interna o pediatría.
La medida todavía debe ser aprobada en el Senado, donde la mayoría oficialista en la Cámara de Diputados apoya a Morena.
