Dennisse Montañez
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, confirmó que el asesinato del exalcalde de Uruapan, Carlos Manzo, no fue un hecho aislado, sino el resultado de una serie de intentos coordinados por una célula del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Días antes del homicidio, ocurrido el 1 de noviembre durante el Festival de las Velas, Manzo ya había sido víctima de un primer atentado fallido.
Este intento inicial sucedió el 30 de octubre en una gasolinera, donde sicarios del grupo criminal lo identificaron y enviaron fotografías al chat donde se planeaba el ataque. Sin embargo, por causas no aclaradas, la agresión no se concretó. El fracaso provocó que los integrantes de la célula criminal recibieran castigos internos, consistentes en golpes, encierros y agresiones físicas, según detalló García Harfuch.
La información provino de la reciente detención de Jorge Armando “N”, alias “El Licenciado”, en Morelia, quien es señalado como uno de los autores intelectuales de la ejecución. Él habría sido quien presionó a los sicarios para “matar a como diera lugar” a Manzo, ordenando mantener vigilancia constante sobre sus movimientos. Para ello utilizaron un grupo de mensajería instantánea, donde compartían rutas, horarios y fotografías en tiempo real.
En el homicidio participaron Víctor Manuel “N”, identificado como el joven reclutado por el CJNG que realizó los disparos, acompañado de Fernando Josué “N” y Ramiro “N”, quienes actuaron como apoyo en la plaza central de Uruapan. Estos últimos dos fueron encontrados sin vida horas después en la carretera Uruapan–Paracho, lo que refuerza la hipótesis de que la célula criminal eliminó a posibles testigos o participantes tras el ataque.
El seguimiento a Manzo incluyó halcones distribuidos en distintos puntos de la zona y la revisión de sus actividades públicas. Incluso se detalló que, momentos antes del ataque, el exalcalde realizó una transmisión en vivo en Facebook, lo que habría facilitado ubicarlo y cerrar la ruta de escape para los agresores.
La investigación señala que todo el operativo, desde el intento fallido hasta el asesinato, se coordinó a través del mismo grupo de mensajería y bajo la presión constante de “El Licenciado”, quien exigía resultados inmediatos. Las autoridades continúan con la búsqueda de otros posibles implicados en la planificación y ejecución del crimen.
