Dennisse Montañez
Autoridades locales y federales detuvieron a 13 personas presuntamente involucradas en la logística del asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz, colaboradores cercanos de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada. Sin embargo, los responsables directos del ataque y los presuntos autores intelectuales continúan prófugos.
El operativo, coordinado entre la Fiscalía General de la República, la Secretaría de Seguridad y la policía capitalina, incluyó 11 cateos en la Ciudad de México y el Estado de México: seis en las alcaldías Gustavo A. Madero y Xochimilco, y cinco en los municipios de Otumba y Coacalco. Entre los detenidos figuran personas con órdenes de aprehensión por homicidio y asociación delictuosa, quienes habrían participado en la planificación logística del crimen, como la compra y ocultamiento de vehículos, vigilancia y seguimiento de las víctimas durante aproximadamente 20 días.
La fiscal capitalina, Bertha Alcalde, detalló que el ataque se ejecutó con cuatro vehículos y una motocicleta, y que los agresores vigilaban la ruta diaria de las víctimas hasta su lugar de trabajo. El homicidio ocurrió la madrugada del 20 de mayo en la avenida Calzada de Tlalpan, en la alcaldía Benito Juárez.
El secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, informó que los responsables huyeron hacia Ecatepec, Estado de México, después del ataque. Por su parte, el jefe de la policía capitalina, Pablo Vázquez, señaló que la investigación sigue abierta, con diversas líneas sobre el móvil del crimen y la búsqueda de los autores materiales e intelectuales.
Clara Brugada destacó la coordinación entre autoridades locales, federales y la FGR, y agradeció el respaldo de la presidenta Claudia Sheinbaum, que fortaleció el trabajo conjunto que permitió estas detenciones. En conferencia, la jefa de Gobierno afirmó que los resultados representan “los primeros avances de una investigación que sigue en curso” y aseguró que su administración continuará hasta que se haga justicia por Ximena Guzmán y José Muñoz.
El doble homicidio ocurrió cuando Ximena Guzmán y José Muñoz se encontraban en Calzada de Tlalpan. Un hombre, vestido como trabajador de construcción, se acercó y disparó un total de 12 balas de una pistola calibre 9 mm: ocho contra Guzmán y cuatro contra Muñoz. Ambos murieron en el lugar, y el agresor huyó en una motocicleta conducida por un cómplice. Las autoridades reportaron que el arma utilizada no tenía antecedentes en otros delitos, lo que apunta a un ataque premeditado.
Investigaciones posteriores revelaron que al menos cuatro personas participaron directamente en el ataque y realizaron vigilancia previa de las víctimas. Los sicarios utilizaron vehículos robados y guantes para evitar dejar huellas, mientras que las cámaras de seguridad fueron clave para reconstruir la logística del crimen.
Una de las líneas de investigación apunta a que el homicidio podría ser una respuesta del crimen organizado, en particular de cárteles que operan en la Ciudad de México, como represalia por la detención de líderes de células delictivas. Analistas mencionan al Cártel Jalisco Nueva Generación como posible responsable, recordando que este grupo había intentado atacar con anterioridad a García Harfuch cuando era secretario de Seguridad de la capital.
Las autoridades han evitado confirmar un móvil definitivo, pero las declaraciones sugieren que Guzmán y Muñoz pudieron haber sido víctimas colaterales en un conflicto que continúa afectando la seguridad y la política en la Ciudad de México.
