María Fernanda Ocelotl
Chipas se enfrenta a una creciente ola de violencia tras las recientes agresiones que han sufrido los territorios zapatistas y diversos puntos del estado, entre ellos, la comunidad de Moisés Gandhi, donde Jorge López Santíz, se debate entre la vida y la muerte tras un ataque paramilitar de la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (ORCAO), la misma que ha estado atacando y hostigando a las comunidades, denuncia el Congreso Nacional Indígena (CNI).
La organización autónoma ha asegurado en un comunicado de prensa que Chiapas está al borde de la guerra civil con paramilitares, sicarios de los diversos cárteles que se disputan la plaza y grupos de autodefensas, ante la complicidad activa o pasiva del Gobierno local y federal, luego de que el zapatista recibiera un impacto de bala en el lado izquierdo, a la altura del pecho.
Intelectuales respaldan al EZLN
Ante estos hechos, diversas personalidades, intelectuales, artistas, investigadores, activistas y periodistas de varios países, entre ellos Noam Chomsky; los escritores Jorge Volpi, Juan Villoro; el cineasta Alfonso Cuarón; el filósofo Michael Hardt, el sociólogo francés Yvon Le Bot, el sociólogo y filósofo franco-brasileño, Michael Löwy; los actores Gael García Bernal, Diego Luna, Joaquín Cosío, así como Luis Tavira, firmaron un documento en solidaridad con el militante del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), y convocaron a acciones de protesta hasta el 10 de junio, incluida una movilización global el próximo jueves 8 de junio.
El CNI asegura que este no es un conflicto entre comunidades, “como seguramente pretenderá hacerlo ver Andrés Manuel López Obrador".
Pues el Ejército Zapatista de Liberación Nacional ha mantenido la paz y ha desarrollado su proyecto autonómico en sus territorios, tratando de evitar el choque violento con paramilitares y otras fuerzas del Estado mexicano, aseguran, sin embargo “es hostigado, agredido y provocado constantemente. (...) El EZLN ha optado por la lucha política por caminos civiles y pacíficos, a pesar de que sus comunidades son atacadas a balazos, sus cultivos incendiados y su ganado envenenado”, se lee en el comunicado.
CNI denuncia pasividad del Gobierno
Representantes de las comunidades indígenas denuncian que el Gobierno de Chiapas ha solapado el crecimiento de grupos criminales que han hecho que el estado pasara de una relativa tranquilidad, a ser foco rojo de violencia; además acusan que el Gobierno federal ha guardado silencio y es pasivo ante la evidente situación del sureste.
Por su parte, Mayvelline Flores, integrante de la Red Universitaria Anticapitalista, dijo que esta situación ya ha cobrado vidas y calificó como "un estado de terror” lo que vive Chiapas.
Asimismo, el actor Joaquín Cosío hizo un llamado a la actuación, pronta y justa del Estado para detener los ataques y desmantelar a los grupos paramilitares, como una forma inicial en el mantenimiento de los acuerdos de paz.
Y recalcó: “hagamos nuestra la exigencia del alto al fuego contra las comunidades zapatistas; hoy como aquel enero de 1994 tenemos y podemos detener la guerra en Chiapas”.
Las más de 800 organizaciones, colectivos y personalidades que firmaron el comunicado señalaron la urgencia de poner un alto a la violencia paramilitar en Chiapas, “porque el no hacerlo significa dejar que México se sumerja aún más en esta guerra interminable que lo está despedazando”.