En el municipio de Othón P. Blanco, en Quintana Roo, la Fiscalía General del Estado detuvo a Guillermo Alejandro “N” y Briseidy “N”, acusados de operar un crematorio clandestino de mascotas que ofrecía servicios de incineración sin realizarse.
Las investigaciones revelaron que, pese a cobrar entre 1 500 y 2 500 pesos por el servicio, los animales eran introducidos en bolsas plásticas y abandonados en terrenos baldíos. Hasta el momento se han registrado 80 denuncias y se han localizado 150 cadáveres en estos espacios.
La Fiscalía informó que el negocio operaba sin permisos municipales y entregaba a los dueños urnas rellenas de tierra en lugar de cenizas. Los detenidos enfrentan cargos por fraude y otras posibles responsabilidades penales.
