Litzy Guzmán.-
¿Quién protege a quienes cuidan la naturaleza?
Desde 2016, al menos 84 personas defensoras del medio ambiente han sido asesinadas en México, según datos del Espacio de Organizaciones de la Sociedad Civil (Espacio OSC). La mayoría eran hombres, pero también se registraron víctimas mujeres, personas indígenas y una persona afromexicana.
Además de estos crímenes, los defensores enfrentan hostigamiento judicial, amenazas, desplazamiento forzado y desapariciones, como parte de la violencia estructural vinculada a su labor de protección ambiental.
Una lucha contra megaproyectos y crimen organizado
Espacio OSC subraya que las agresiones ocurren en contextos donde los defensores buscan frenar megaproyectos destructivos, la expansión del crimen organizado, y actividades ilegales como la minería clandestina, tala ilegal y el tráfico de especies.
Estos ataques reflejan una deuda histórica del Estado con quienes defienden el medio ambiente y las comunidades que viven en armonía con sus territorios.
¿Por qué son clave los defensores ambientales?
Su labor es fundamental para:
- Frenar la crisis climática
- Proteger recursos naturales como el agua y los bosques
- Defender comunidades indígenas y rurales
- Resistir proyectos destructivos impuestos sin consulta
Sin embargo, realizar esta labor los expone a altos riesgos.
Avances legales, pero desafíos urgentes
México ha firmado el Acuerdo de Escazú y cuenta con leyes de protección, como la Ley para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas. No obstante, organizaciones civiles advierten que la falta de implementación efectiva y decisiones como la eliminación del INAI debilitan los mecanismos de protección ambiental y acceso a la información.
Espacio OSC hace un llamado a fortalecer la justicia ambiental con jueces capacitados, autónomos y sin presiones políticas, y a garantizar el derecho a defender el medio ambiente en condiciones seguras.