Omar Maldonado.-
Don Juan Rangel Díaz es un hombre de la tercera edad, quien recibe una raquítica pensión de 3,500 pesos mensuales por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social; desde hace décadas llegó a vivir en la calle Bugambilias de la colonia “Los Pilares” de la colonia Chipitlan al sur de Cuernavaca, lugar donde ha sobrevivido a dos derrumbes del paredón que se ubica a espaldas del Panteón “La Paz”.
Recuerda que el 3 de septiembre del año 2003, aproximadamente a las 3:00 am ocurrió un derrumbe del paredón del panteón “La Paz”, afectando a varias casas y terrenos con el material que cayó por lo que solicitaron entonces a José Raúl Hernández Ávila, alcalde de Cuernavaca, su intervención para reubicar criptas, tumbas, un sistema de drenaje para el paredón, la limpia de la zona afectada, hechos que nunca ocurrieron.
El 14 de septiembre del 2022, la historia se repitió en la misma zona, dejando como saldo dos mujeres muertas y 4 lesionados, entre ellos un menor de 4 meses de edad. Don Juan fue uno de los sobrevivientes, pero en esta ocasión las lesiones que sufrió lo tienen en una condición médica complicada.
Don Juan en la actualidad vive en completa soledad luego de que su casa fuera sepultada por toneladas de escombros, ya que recuerda haberse quedado solo con la ropa que traía puesta.
“Lo que más me dolió fue la muerte de las vecinas; han pasado casi dos años del derrumbe y la situación sigue igual, prometieron que se harían trabajos de mediación del paredón del panteón, sin embargo, han sido puras promesas y a pesar del riesgo aquí sigo porque no tengo otro lugar a donde ir”.
La zona del derrumbe y las enormes piedras que
pesan miles de toneladas, son testigos de que en la zona todo luce como
aquel fatídico 14 de septiembre.