En la región oriente de Morelos, especialmente en el municipio de Cuautla, los ganaderos enfrentan una creciente incidencia de abigeato, por lo que han decidido actuar por su cuenta, instalando cercas y tomando medidas de seguridad en sus predios, así lo indicó Heleodoro Piñarrieta, presidente de la asociación ganadera local.
Manifestó que, pese a los llamados previos para que las autoridades intensifiquen la vigilancia rural, la falta de respuesta concreta ha llevado a los productores a invertir en cercado, iluminación y vigilancia privada para proteger sus hatos. Señaló que el abigeato “continúa latente” y representa una amenaza directa al sustento de muchas familias en zonas rurales y semiurbanas.
Dijo que parte del problema radica en la baja denuncia de los delitos de abigeato, debido al tiempo y los requisitos que exigen las autoridades, como la Fiscalía Regional Oriente, para iniciar carpetas de investigación, por lo que prefieren no denunciar, porque consideran que el proceso es “excesivamente largo y poco efectivo”.
Añadió que en este contexto, los afectados no solo pierden animales, sino también la estabilidad económica de sus operaciones, por lo que, en algunas situaciones, han optado por vender por adelantado su ganado a bajo costo, ante el temor de que les sea robado, en lugar de esperar denuncias que nunca prosperan.
Añadió que la estrategia de reforzar cercas “no es suficiente” por sí sola, por lo que detalló que también hace falta una mayor presencia policial, patrullaje nocturno rural, mejor comunicación con autoridades y procesos más ágiles de denuncia. Subrayó que las pérdidas económicas por robo de ganado afectan directamente al tejido social de las comunidades ganaderas.