Dennisse Montañez
El feminicidio de Gabriela Nicole Pratts Rosario, de 16 años, ha sacudido a Puerto Rico no solo por la brutalidad del crimen, sino también por los nuevos detalles que revelan el grado de acoso que la joven sufrió antes de ser asesinada.
De acuerdo con testimonios de familiares y amistades, Gabriela había sido amiga de varias de las adolescentes hoy señaladas por su asesinato. Incluso celebró su cumpleaños número 16 junto a dos de ellas. Sin embargo, tras un conflicto, decidió alejarse y cambió de escuela para evitar seguir conviviendo con ellas. La decisión no la protegió: una de sus principales agresoras, Anthoneishka Avilés Cabrera, también se transfirió al mismo plantel, lo que permitió que el hostigamiento continuara.
El desenlace ocurrió el pasado 11 de agosto de 2025, cuando Gabriela asistió con temor a una fiesta de verano en Aibonito. Antes de salir de casa, le pidió a su madre, Lisandra Rosario, que la acompañara porque sospechaba que sus antiguas amigas estarían presentes. Y no se equivocó.
Al finalizar el evento, Gabriela fue emboscada por Anthoneishka Avilés, de 17 años, y su madre, Elvia Cabrera Rivera, de 40, junto a un grupo de jóvenes. Mientras varias chicas golpeaban y retenían a Lisandra Rosario, la adolescente fue apuñalada ocho veces hasta quedar tendida en el suelo. Un amigo que intentó defenderla también resultó herido.
El caso ha avanzado con rapidez. El 19 de agosto, madre e hija fueron arrestadas y acusadas de asesinato en primer grado y violación a la Ley de Armas. Una jueza les impuso una fianza de un millón de dólares a cada una. La adolescente será procesada como adulta, de acuerdo con la secretaria de Justicia, Lourdes Gómez Torres. Ambas fueron trasladadas a instituciones correccionales distintas en Bayamón y Ponce.
La investigación continúa abierta. El Departamento de Justicia ha confirmado que hasta seis personas son investigadas, entre ellas varias menores de edad que podrían enfrentar cargos o ser llamadas a declarar. El FBI colabora con las autoridades locales en la recolección de pruebas, incluyendo el análisis de un vehículo relacionado con el ataque.
La próxima vista preliminar está programada para el 25 de agosto, y será clave para definir el alcance de la participación de todas las implicadas en el crimen que ha conmocionado a la isla.