Omar Maldonado.-
Desde la parroquia de la “resurrección de Jesús” ubicada en Atlacomulco, municipio de Jiutepec, Cardi voluntarios brindan alimentos y escucha a personas con familiares internados en el hospital general José G Parres, muchas de las cuales deben viajar desde otras entidades y carecen de redes de apoyo en Cuernavaca.
Varios familiares ha tenido que pasar días y noches esperando fuera del Hospital José G Parres, donde se encuentra internados sus familiares, algunos de ellos en estado grave. Debido a que su domicilio está fuera de la ciudad o del estado les es difícil ir hasta su casa a comer, bañarse o descansar, ya que debe permanecer en espera de informes o en caso de que necesiten que lleve a analizar muestras de laboratorio.
Ana Lilia García Molina, explica que el proyecto comenzó cuando “el sacerdote que se encarga de la parroquia, y que ingresaban a los hospitales para confesar y apoyar a los enfermos, se dieron cuenta de las necesidades de quienes acompañan desde afuera, que de pronto se quedaban sin dinero y ya no tenían ni para comer, o dormían en la calle, porque muchos provienen de otros estados y no cuentan con una red de apoyo cerca, es decir, también los familiares necesitan atención”.
Para realizar este trabajo, la parroquia y el voluntariado se mantiene a partir de donativos.
“Nosotros intentamos que sobre todo la gente de nuestros ministerios se involucre. Tenemos diversos apoyos en las que se invita a la gente que quiera ayudar, y hasta ahora la respuesta ha sido positiva. Sobre los recursos económicos, no tenemos una fuente de ingresos propia, recibimos aportaciones comestibles para preparar los alimentos y traerlos para entregarlos con mucho amor a quienes más lo necesitan”, señala Ana Lilia García.