Valeria Rueda.-
Después de tantos desacuerdos y conflictos armados Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania se vio en la necesidad de ofrecer una tregua parcial a Rusia con el propósito de lograr detener los ataques aéreos y marítimos que han afectado a infraestructuras civiles y energéticas en el país.
Esta propuesta incluye la liberación de prisioneros de guerra y el cese inmediato de misiles, drones de largo alcance y bombardeos en infraestructuras importantes. Zelenski compartió su buena intención de dar estos primeros pasos hacia la paz, siempre y cuando exista una respuesta correcta de Rusia con una respuesta similar.
Esta situación actual sin duda ha generado tensiones diplomáticas entre Ucrania y Estados Unidos. Recientemente, Zelenski lamentó el encuentro tenso con el presidente estadounidense, Donald Trump, en la Casa Blanca, donde no se logró firmar un acuerdo sobre minerales y seguridad. Sin embargo, el presidente de Ucrania expresó que tiene buenas intenciones y ganas de poder trabajar con Donald Trump para tener una paz duradera y avanzar en futuros acuerdos.
Hasta el momento existen reacciones mixtas ante la tregua. El primer ministro británico, Keir Starmer, respaldó los esfuerzos de Ucrania hacia la paz y ha mantenido contactos con Trump y Zelenski para trabajar en una solución duradera.
La opinión de Kremlin sobre la reunión que tuvo Zelenski y Trump, demuestra que el líder ucraniano no desea la paz, sino que busca prolongar el conflicto.
La propuesta de tregua parcial representa un paso significativo en la búsqueda de una solución negociada al conflicto que ha asolado a Ucrania desde 2022. La comunidad internacional observa con atención las respuestas de Moscú y otras potencias involucradas en la crisis.