Dennisse Montañez
Después de casi dos semanas de intensos enfrentamientos, Irán ha declarado oficialmente el fin de la llamada “Guerra de los 12 días”, un conflicto que dejó cientos de muertos, múltiples ciudades afectadas y tensión global por la posible escalada regional. La tregua fue confirmada este martes 24 de junio por el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, en un mensaje dirigido a su nación.
“Hoy, después de la heroica resistencia de nuestra gran nación, cuya determinación hace historia, estamos presenciando el establecimiento de una tregua y el fin de esta guerra de 12 días impuesta por el aventurerismo y la provocación”, declaró Pezeshkian.
La decisión de cesar las hostilidades supuestamente se logró con la mediación del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien encabezó esfuerzos diplomáticos con el apoyo de Qatar y otras naciones del Golfo. El acuerdo contempla que ambas partes respeten el alto al fuego bajo la condición de que no se realicen nuevas ofensivas.
Aunque el anuncio fue recibido con alivio en ambas naciones, reportes internacionales señalan que durante las primeras horas de la tregua aún se registraron algunos enfrentamientos, lo que ha generado preocupación sobre su estabilidad. Aun así, la mayoría de los ataques han cesado y los gobiernos de Irán e Israel aseguran estar comprometidos con mantener la calma.
El conflicto dejó un saldo trágico: medios iraníes estiman entre 600 y 900 muertos en su territorio, mientras que en Israel se han confirmado al menos 28 víctimas mortales. Los daños materiales y las pérdidas económicas también fueron significativos, y los mercados financieros reaccionaron de inmediato al anuncio de paz, con una baja en los precios del petróleo y un repunte en las bolsas.
La comunidad internacional ha llamado a ambas naciones a sostener el diálogo y evitar una nueva escalada. Mientras tanto, Irán ha expresado su disposición para retomar negociaciones multilaterales si se respetan sus condiciones de soberanía y seguridad.
Esta tregua, aunque frágil, marca una pausa en una de las confrontaciones más intensas entre ambos países en los últimos años y abre una ventana de oportunidad para reducir las tensiones en Medio Oriente.