Dennisse Montañez
Durante su preparación para la Copa Oro 2025, la Selección Mexicana de Fútbol decidió modificar su sede de concentración en Los Ángeles, por razones de seguridad, debido a las recientes protestas y enfrentamientos en la ciudad.
Originalmente hospedados en un hotel ubicado en el centro de Los Ángeles, el equipo dirigido por Javier Aguirre, fue trasladado este lunes a un nuevo complejo en Long Beach, en respuesta a la creciente inseguridad provocada por manifestaciones masivas contra redadas migratorias y la intensificación de operativos policiacos.
La zona centro, donde se localizaba el hotel inicial, ha sido epicentro de disturbios desde el pasado viernes. Las protestas han derivado en bloqueos de autopistas, daños materiales y enfrentamientos con los policías, lo que llevó a las autoridades locales a solicitar refuerzos de la Guardia Nacional. La situación escaló al punto de considerar inviable la permanencia del equipo en ese entorno.
Fuentes cercanas a la Federación Mexicana de Fútbol informaron que la decisión fue consensuada con la CONCACAF, que respaldó plenamente el cambio de sede al considerar la seguridad de los jugadores, cuerpo técnico y personal administrativo como prioridad.
“La seguridad y el bienestar de los equipos participantes es una condición no negociable”, afirmó un portavoz del comité organizador.
Por su parte, el director técnico Javier Aguirre evitó hacer comentarios sobre el contexto social que vive la ciudad. “Estamos aquí por un objetivo deportivo. La preparación continúa con profesionalismo y el equipo está enfocado en el debut”, declaró brevemente.
México se enfrentará a República Dominicana el próximo sábado 14 de junio en el SoFi Stadium de Inglewood, como parte de su primer compromiso en la fase de grupos del torneo regional. La Selección espera completar sus entrenamientos sin contratiempos desde su nuevo alojamiento en Long Beach, lejos de las zonas conflictivas.
El cambio de hotel no afectará el cronograma oficial del equipo, aunque implicó ajustes logísticos de último minuto en transporte, seguridad privada y acceso a instalaciones de entrenamiento.
La situación en Los Ángeles continúa siendo monitoreada de cerca tanto por autoridades locales como por organizadores de la Copa Oro, quienes han reforzado los protocolos de seguridad en torno a los partidos programados en la región.