Dennisse Montañez
Sofía, una niña mexicana de apenas cuatro años de edad, enfrenta una dura batalla contra el síndrome del intestino corto, una condición médica poco común pero potencialmente mortal que limita severamente la absorción de nutrientes esenciales. Gracias a un permiso humanitario otorgado por el gobierno de Estados Unidos, ella y su familia han recibido una nueva oportunidad para continuar el tratamiento vital que necesita para sobrevivir. 
Originaria de México, Sofía no podía acceder al tratamiento médico especializado que su condición requiere. Ante la falta de recursos y atención adecuada en su país de origen, su familia tomó la difícil decisión de buscar ayuda en Estados Unidos, aun sabiendo que enfrentaban serios riesgos migratorios. Durante su estancia, estuvieron bajo constante amenaza de ser expulsados del país, lo que significaba la interrupción del tratamiento médico que podría salvarle la vida a la pequeña.
La situación cambió radicalmente gracias a la intervención de Public Counsel, una organización legal sin fines de lucro que defiende los derechos de personas en situación de vulnerabilidad. Esta institución gestionó ante las autoridades migratorias estadounidenses el permiso humanitario que ahora permite a Sofía y a su familia permanecer legalmente en el país mientras ella continúa recibiendo la atención médica especializada que tanto necesita.
Este caso no solo representa una victoria personal para Sofía y sus seres queridos, sino que también pone en evidencia las desigualdades en el acceso a servicios de salud entre países, y el papel crucial que desempeñan las organizaciones de la sociedad civil para defender los derechos humanos, especialmente cuando se trata de niñas y niños con condiciones de salud graves. 
El permiso humanitario no es una solución permanente, pero sí ofrece un respiro y una oportunidad para que la familia de Sofía busque opciones a largo plazo. Mientras tanto, la pequeña continuará su lucha diaria con el apoyo de un sistema médico más capacitado y con la esperanza de un futuro más estable y saludable.
La historia de Sofía nos recuerda que, en medio de crisis migratorias y retos políticos, la compasión y la justicia aún pueden abrir caminos de esperanza.