Dennisse Montañez
La muerte de Nikki Bhati, una mujer de 28 años, ha generado indignación internacional luego de que fuera asesinada de manera brutal por su esposo y sus suegros, en un caso que revela la persistencia de la violencia por dote en India.
Según las investigaciones, Nikki contrajo matrimonio en 2016 con Vipin Bhati, y desde entonces la familia de la víctima entregó bienes incluyendo una camioneta, una motocicleta, dinero en efectivo y joyas como parte de la dote. Sin embargo, Vipin y sus padres continuaron exigiendo más dinero, presionando a la familia hasta que la situación desembocó en el crimen.
El día del ataque, Nikki estaba en su hogar junto a su hijo de 6 años y su hermana, Kanchan, cuando fue agredida. El menor presenció cómo su padre y sus abuelos paternos atacaban a su madre. En su declaración a las autoridades, el niño relató: “Mi madre estaba muy asustada. Le pegaron y luego la quemaron con un encendedor”. Este testimonio fue clave para confirmar la secuencia de los hechos y señalar directamente a los responsables.
Videos difundidos en redes muestran la violencia que sufrió Nikki, incluyendo momentos en los que es arrastrada por el cabello, atacada físicamente, y después caminando con dificultad mientras su cuerpo era consumido por las llamas.
Tras los hechos, Vipin Bhati fue detenido luego de intentar escapar y recibir un disparo en la pierna durante el operativo. Su madre y su cuñado también enfrentan cargos por asesinato y abuso relacionado con la dote. Por su parte, el padre de Nikki ha exigido justicia inmediata y que los responsables reciban el castigo máximo.
Este caso pone de relieve la persistencia de la violencia por dote en India, a pesar de que la práctica está prohibida desde 1961. Organizaciones sociales y defensores de los derechos de las mujeres han señalado que, aunque las leyes existen, su aplicación sigue siendo insuficiente para proteger a las víctimas.