Omar Maldonado.
En Cuernavaca, el diálogo sigue siendo el camino elegido para atender las demandas laborales sin romper el marco legal. El presidente municipal, José Luis Urióstegui Salgado, sostuvo una reunión con integrantes del Nuevo Grupo Sindical, reafirmando su compromiso con la apertura, la legalidad y la búsqueda de acuerdos equitativos.
Gobierno y sindicato buscan entendimiento
Durante el encuentro, ambas partes acordaron mantener la comunicación con las empresas que actualmente ejecutan obras públicas en la ciudad, con el objetivo de que tomen en cuenta los servicios que ofrecen trabajadores del sindicato.
La intención es que haya condiciones más justas y equitativas para todos los involucrados, sin alterar el derecho que tienen las compañías a elegir con quién colaborar.
El Ayuntamiento no impone, pero sí escucha
Urióstegui Salgado fue claro al señalar que el Ayuntamiento de Cuernavaca no puede intervenir en decisiones operativas privadas, ya que los contratos firmados con las empresas constructoras les otorgan libertad para elegir a sus proveedores y operadores, según sus criterios técnicos y logísticos.
Esta postura, explicó, busca respetar el marco legal vigente, sin dejar de abrir espacios para el diálogo con todos los sectores sociales.
Diálogo sí, imposición no
El encuentro reafirma la estrategia de la administración municipal para mantener canales de comunicación abiertos, en especial con grupos sindicales, trabajadores y actores del sector productivo.
El gobierno de Cuernavaca continúa apostando por la equidad y el respeto mutuo, priorizando soluciones a través del entendimiento, no de la presión o la imposición.
¿Cómo equilibrar el respeto a la ley con las demandas sociales legítimas?
El reto no es menor: lograr acuerdos sin vulnerar derechos. ¿Estamos como sociedad listos para construir soluciones mediante el diálogo y la legalidad?