Un equipo de paleontólogos en Australia descubrió restos fósiles del megarraptor más antiguo conocido hasta la fecha, lo que podría transformar la comprensión sobre la fauna del periodo Cretácico.
Los restos hallados pertenecen a un dinosaurio carnívoro de gran tamaño, caracterizado por sus afiladas garras y su agilidad como depredador. Este descubrimiento sugiere que los megarraptores podrían haber evolucionado antes de lo que se pensaba y en regiones inesperadas, lo que obliga a replantear las teorías sobre la distribución de estos dinosaurios en la prehistoria.
Los científicos destacan que el hallazgo aporta nueva información sobre la evolución de los terópodos y su adaptación a distintos ecosistemas. Ahora, los expertos trabajan en el análisis detallado de los fósiles para conocer más sobre la morfología y el comportamiento de este antiguo depredador.