Abner Aranda.
Septiembre es un gran mes para todos los mexicanos, es el mes de la patria y lo celebramos como se debe: A lo grande; desde festejos familiares hasta las grandes reuniones en los diferentes zócalos del país es como vivimos nuestros festejos.
Lastimosamente este mes también es muy anticipado, pero no por algo tan bueno, especificamente el día 19 de septiembre es un día que nos deja un agrio sabor a todos los mexicanos.
19 de septiembre de 1985
La mañana del 19 de septiembre de 1985 a las 7:17 de la mañana, un terremoto de 8.1 grados en la escala Richter azotó al centro, sur y occidente de México. El epicentro tuvo lugar en el océano Pacífico.
La gran Ciudad de México, se veía por primera vez bajo el polvo de decenas de derrumbes, en vuelta en el caos de gritos de desesperación y llanto de dolor, pues más de 10 millones de habitantes, eran testigos de una de las catastrofes más grandes en México.
19 de septiembre de 2017
Tras 32 años del fatal suceso de 1985, todos eramos parte del tradicional simulacro nacional, para conmemorar a todas las víctimas y héroes de aquel histórico hecho, sin saber que horas después la historia se volvería a repetir.
A las 13:14 horas, un sismo con magnitud 7.1 sacudió México. El epicentro estaba al noroeste de Chiautla de Tapia, en Puebla, afectando gran parte del centro de país, principalmente CDMX y Morelos.
19 de septiembre de 2022
Finalmente, el 19 de septiembre de 2022, se produjo otro sismo, con una magnitud de 7.6. Aunque este último no causó daños estructurales significativos, se percibió con gran intensidad en la capital, siendo más fuerte que el terremoto ocurrido cinco años antes.
El epicentro tuvo lugar en las costas de Michoacán a las 13:05 pm, justo unos minutos después del Simulacro Nacional.
Todos estos terremotos han causado que nos hagamos la siguiente pregunta, ¿Por qué el 19 de septiembre?, en realidad no hay una explicación clara, ya que este tipo de fénomenos no son predecibles, aunque dicha fecha a dado lugar a la creencia de que este día "atrae" a los sismos. Sin embargo, la ciencia descarta la existencia de patrones predictivos para estos fenómenos naturales.