El obispo emérito de Chilpancingo, Guerrero, Salvador Rangel Mendoza, quien fue reportado como desaparecido y luego localizado con vida en el Hospital General de Cuernavaca, informó que no presentará ninguna denuncia en contra de las personas que le “hicieron el mal”.
Monseñor reapareció públicamente a través de un comunicado en el que perdona a todas las personas que le han hecho daño por los hechos de los que ha sido víctima, así como a aquellos que me han revictimizado producto de la desinformación.
“En ejercicio de mis derechos constitucionales, no presentaré ninguna denuncia contra las personas que tanto mal me han hecho. Y pido a los medios de comunicación me comprendan y respeten mi decisión encaminada al bien de mi seguridad e integridad física y moral”.
La semana pasada el comisionado estatal de Seguridad, José Antonio Ortiz Guarneros, afirmó que monseñor ingresó por su voluntad a un hotel en compañía de otro hombre.
Sin embargo, el fiscal General, Uriel Carmona sostiene que la desaparición de monseñor se trató de un secuestro exprés, pues se cuenta con videos, testimonios, inspecciones en los sitios que forman parte de la carpeta de investigación, cuya información es reservada.
“Este tema generó alguna polémica, lo que hay que ver es que el señor está con vida y que no fue víctima más de homicidio. La Fiscalía va hacer lo que le toca, la policía estatal va hacer lo que le toca y vamos a dar con los responsables”.
Mientras que el titular de la Fiscalía de Delitos de Alto Impacto (Fidai) Luis Eduardo Flores Barrios, refirió que la carpeta de investigación del caso del obispo se encuentra en la Fiscalía Especializada en Desaparición de Personas y hasta en tanto el prelado no declare su situación jurídica seguirá como hasta el momento.