Redacción.-
El Parque Nacional "El Tepozteco", uno de los tesoros naturales más emblemáticos de México, celebra 88 años como un espacio protegido que resguarda biodiversidad, cultura y belleza escénica. Ubicado en el estado de Morelos, este lugar no solo es hogar de especies endémicas, sino también de un invaluable patrimonio arqueológico que atrae a miles de visitantes cada año.
Historia y legado: Declarado Parque Nacional en 1937, El Tepozteco representa un símbolo de la conexión entre naturaleza y cultura. Su majestuosa pirámide prehispánica, dedicada al dios Ometochtli-Tepoztécatl, se encuentra en la cima de un impresionante acantilado que ofrece vistas panorámicas de la región. Más allá de su importancia histórica, el parque alberga una rica diversidad de flora y fauna, incluyendo especies como el tecolote y el árbol pochote, fundamentales para el equilibrio del ecosistema local.
Un llamado urgente a la acción: En el marco de este aniversario, organizaciones locales, activistas y ciudadanos han unido esfuerzos para destacar la necesidad de preservar este espacio ante amenazas como la urbanización, la contaminación y la falta de recursos para su conservación. Bajo el lema “Cuidando lo que nos une”, se invita a la comunidad a participar en acciones concretas para proteger el parque y garantizar su sostenibilidad.
Una responsabilidad compartida: El Parque Nacional "El Tepozteco" no solo es un lugar de recreación, sino también un recordatorio de la importancia de cuidar el medio ambiente. Desde actividades de reforestación hasta la reducción del impacto turístico, cada pequeño esfuerzo suma para conservar este espacio único para las futuras generaciones.
“El Tepozteco es un reflejo de nuestra historia y un compromiso con nuestro futuro. Debemos unirnos para garantizar que siga siendo un santuario natural y cultural”, señaló un representante de las iniciativas locales.
Hoy más que nunca, preservar "El Tepozteco" es responsabilidad de todos. Es el momento de tomar acción y garantizar que este legado de 88 años continúe floreciendo como un símbolo de la riqueza natural y cultural de México.