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Día de la Candelaria, una tradición que se niega a morir

Tradición en la que además de vestir al niño Dios, también se acostumbra comer tamales ya sea con la familia, amigos o en el trabajo.

En México, una de las tradiciones más populares es el Día de la Candelaria que se celebra cada 2 de febrero, en donde además de vestir al niño Dios, también se acostumbra comer tamales ya sea con la familia, amigos o en el trabajo.


Su origen se remonta a la celebración de la virgen de la Candelaria en la Basílica de la Virgen de la Candelaria ubicada en las Islas Canarias, España, donde se hace toda una celebración en su honor


El 2 de febrero termina la época de la Navidad y se celebra con la presentación del niño Dios en las iglesias católicas. Se lleva a cabo en esta fecha debido a que se cumple la cuarentena exigida por la tradición judía desde el parto de Santa María, por aquello de quienes no conocían su origen, yo incluido, ahora aprendimos un poco más.


De acuerdo con la tradición, se guardan las figuras que se colocaron para simbolizar el nacimiento de Jesús, por lo que la “madrina” que colocó allí al Niño Jesús en Nochebuena lo “levanta” y los viste con algunos de los ropajes que se ofertan en romerías, mercados y demás establecimientos del país como nos comparte Norma Elena Ortega, quien se dedica a vestir “Niños Dios” en el mercado Adolfo López Mateos desde hace varias décadas.


“Que son los tradicionales ropones, que el primer año los niños van vestidos de bebé, el más raro que me han pedido es de chinelo, de las chivas y este año es el del chef”.


En el puesto de Norma Elena se pueden vestir a los niños con hasta cien modelos diferentes y los más tradicionales según su dicho son:

“Los más tradicionales son San Judas Tadeo, Sagrado Corazón de Jesús, Rey de Reyes, los ropones que son muy tradicionales”.

Los trajes han ganado una gran popularidad, ya que van desde el típico traje blanco hasta de doctores, maestros, futbolistas y una vez vestido se lleva a bendecir, esto para la prosperidad de la familia.

Lizbeth Alvarado, acompañada de su esposo acudió al mercado a comprar la indumentaria con la que este 2 de febrero vestirá al niño que tiene con ella más de 15 años

“Me gustó el Niño de la Abundancia por el color y porque es de la abundancia y por el precio”.

Sin embargo las nuevas generaciones dice con tristeza Norma ya no expresan mucho interés por esta tradición.

“Que sigan nuestras tradiciones para no perderlas y que se enfoquen en Dios todo poderoso para que él haga su obra en nosotros”.


Después, se lleva a presentar a la iglesia para que lo bendiga el sacerdote.


Además de llevar al niño Dios a las iglesias, también se acostumbra que la persona a la que le salió el niño en la Rosca de Reyes es la encargada de realizar tamales y atole para su familia y amigos, esta tradición se debe a que en esta misma fecha, basándose en el calendario azteca, es la bendición del maíz, y se elaboran alimentos con él.




Omar Maldonado Sandoval 31 de enero de 2024
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