"El arte no solo es expresión, también es transformación personal", asegura Juan José Osvaldo López Domínguez, un joven artista visual egresado del Centro Morelense de las Artes. Actualmente, trabaja en la Brigada de Educación para el Desarrollo Rural Número 64, ubicada en Yautepec, Morelos, donde imparte cursos de creación de alebrijes a personas de distintas edades.
En una reciente entrevista, López Domínguez explicó el enfoque de su curso: "Me dedico a que los hombres y mujeres que asisten exploren su creatividad y activen todos sus sentidos", compartió. "Aunque al principio es complicado porque muchos piensan que no tienen habilidades, con el tiempo descubren que son capaces de crear cosas increíbles", añadió con una sonrisa.
Clausura y exhibición: el arte en proceso
El evento en el que participará este año tiene un significado especial, ya que forma parte de la clausura de los programas sociales en Yautepec. Aunque su curso aún no concluye, se les ha invitado a exponer piezas en proceso como muestra del talento y dedicación de los participantes.
El curso, según López Domínguez, no solo se centra en la técnica, sino también en el desarrollo motriz y emocional de los alumnos. "Tengo estudiantes de 20 hasta 70 años; algunos buscan aprender para vender sus piezas, otros simplemente quieren explorar una actividad nueva y disfrutar del momento", comentó.
Un aprendizaje mutuo
La experiencia ha sido enriquecedora tanto para el maestro como para los alumnos. López Domínguez destaca la importancia de la sensibilidad para adaptar el aprendizaje a cada persona: "De cada quien se aprende. Hay que saber escuchar y guiar según las habilidades y objetivos de cada alumno, ya sea para disfrutar el proceso o para preparar piezas para la venta".
Con esta labor, el artista no solo comparte su conocimiento, sino que también contribuye a fortalecer el tejido social en su comunidad, demostrando que el arte puede ser una herramienta poderosa de cambio y autoexploración.